Pintor italiano. Es una de las figuras más oscuras de la historia del arte, ya que nada se sabe de su vida y muy poco de su obra, sobre la que existen numerosos problemas de atribución, entre otras razones porque dejó varios cuadros inacabados, que completaron otros pintores. Pese a ello, puede afirmarse sin lugar a dudas que el artista fue un innovador, una figura fundamental en la evolución de la pintura veneciana.
Llegó a Venecia hacia el año 1500 y se formó en el taller de Giovanni Bellini, antes de establecerse por su cuenta en asociación con Vincenzo Catena. Participó en dos importantes encargos públicos: un lienzo para la sala de audiencias del palacio ducal (perdido) y los frescos exteriores del Fondaco dei Tedeschi, en colaboración con Tiziano. Además, pintó por encargo para coleccionistas privados, y en esto se diferencia de los otros artistas de su tiempo, que trabajaron sobre todo para grandes instituciones públicas o de la Iglesia.
Se le considera el inventor del paisaje emocional, es decir, de la naturaleza representada en función del estado de ánimo del artista. Constituye una buena muestra de ello su obra más admirada, La tempestad, donde el tema parece un mero pretexto para la realización de un ejercicio de imaginación creadora; este cuadro, de colores fríos y saturados, ejerció una gran influencia en la pintura posterior.
Un papel de primer orden desempeña también el paisaje en otra de las grandes creaciones de Giorgione, Los tres filósofos, una pintura de significado incierto en la que resulta muy innovador el que la pincelada se orinte casi exclusivamente a la creación de efectos cromáticos. Obras de atribución segura son también el retrato de Laura y Venus dormida. Giorgione murió de forma prematura, probablemente a causa de la peste, cuando contaba poco más de treinta años de edad
(activo en Florencia a mediados del s. XIV) Pintor italiano. Fue uno de los varios seguidores de Giotto. Se le atribuye, con bastante seguridad, el Descendimiento procedente de la iglesia de San Remigio (Uffizi)